El psicólogo Carl Jung dijo:
«Nada tiene mayor influencia psicológica en nuestros círculos sociales, especialmente sobre nuestros hijos, que la vida no vivida de los padres.»
Me encanta esta frase. Recuerda lo importante de que nosotros, adultos, nos ocupemos de nuestras vidas. Por cuidar a nuestros hijos, es muy fácil olvidarnos de nuestros sueños, de lo que queremos en nuestro futuro o presente, de darnos momentos para nosotros mismos… Es importante que vivas la vida que deseas. Que te priorices a ti.
Si quieres que tus hijos aprendan a ser felices, a saber escucharse, a saber priorizarse, a sentirse llenos de autoestima, que sean seguros de sí mismos, que sepan decir «no»… la/el primera/o que tiene que dar ese ejemplo… eres tu 🙂. No pasa nada porque no estés con ellos una noche, o dos… Es más importante la calidad. Que cuando estés con ellos, estés entregada de todo corazón. Que lo vivas, cada segundo, de todo corazón. Sin arrepentimientos, sin estar pensando en tu interior en dónde te gustaría estar… Y cuando no estés con ellos, lo mismo: vívelo con amor, con gozo, con merecimiento…
Dedicate tiempo a desarrollar una afición tuya, a crear, a pasear, a quedar con amigos… fuera de la maternidad/paternidad. Que tus hijos te vean creciendo feliz, rebosante de amor hacia tí. Sé la maestra que te gustaría tener.
Sé el reflejo de lo que quieres ver en ellos.
No tengas miedo de fallar, de hacerlo mal… ¿Cómo lo puedes hacer mal si esta basado en el amor, el respeto y la comunicación?
Y cuando dudes, recuerda esta frase tan sabia de Carl Jung…:
«Nada tiene mayor influencia psicológica en nuestros círculos sociales, especialmente sobre nuestros hijos, que la vida no vivida de los padres.»
¡A VIVIR TU VIDA Y ENSEÑA A TUS HIJOS LO APASIONADO QUE ERES Y LO BELLO QUE ES SER DUEÑO DE TU VIDA CON TU PROPIO EJEMPLO!